El curso 2025/26 arrancará con 15.718 alumnos matriculados en Santiago de Compostela, una cifra que no solo consolida a la capital gallega como líder indiscutible del ránking educativo de la comarca, sino que además supera a la suma de todos los municipios vecinos juntos. En total, Compostela reúne 2.200 estudiantes en Infantil, 6.087 en Primaria, 123 en Educación Especial, 4.780 en ESO y 2.528 en Bachillerato, confirmando su papel como gran polo centralizador de la oferta educativa, especialmente en la enseñanza secundaria y postobligatoria.
Por su parte, la suma de todos los demás ayuntamientos de la comarca (Ames, Teo, Padrón, Negreira, Oroso, O Pino, Vedra, Boqueixón, Rois, Dodro y Touro) alcanza solamente 10.058 alumnos.
Tras Santiago, el municipio con más peso es Ames, que cuenta con 3.616 alumnos (572 en Infantil, 1.588 en Primaria, 1.087 en ESO y 369 en Bachillerato). Su población joven en constante crecimiento se refleja en el incremento sostenido de matrículas.
En tercer lugar, se sitúa Teo, con 1.707 estudiantes, seguido de Negreira (831) y Padrón (1.008). Estos dos últimos destacan por su volumen de alumnado en ESO y Bachillerato, que supera con claridad al de municipios similares en tamaño.
En la parte baja del ránking aparecen Touro (206 alumnos), Boqueixón (306) y Rois (376), que a pesar de su carácter rural mantienen una red educativa activa en Infantil y Primaria, aunque con un descenso evidente en el número de estudiantes a partir de la ESO.
También destacan cifras moderadas en Oroso (895), O Pino (364) y Vedra (529), municipios donde la matrícula en Primaria concentra la mayor parte del alumnado.
El análisis de los datos evidencia la fuerte centralidad de Compostela, que no solo lidera con claridad en número de alumnos, sino que absorbe buena parte del alumnado de la comarca en los niveles más altos de enseñanza. Ames y Teo funcionan como grandes focos de población joven y, por tanto, de escolarización, mientras que los municipios rurales luchan por mantener su oferta educativa ante la caída demográfica.
Este mapa educativo deja patente uno de los retos de futuro para la comarca: cómo garantizar la equidad y la continuidad de la oferta escolar en territorios con baja densidad de alumnado, al tiempo que se refuerza la planificación en áreas de crecimiento como Ames.